Salta al contenido principal

Un total de seis estudiantes del Grado en Historia y Patrimonio de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han participado, junto a otra veintena de jóvenes, en la localización y recuperación de búnkeres del franquismo en Bera, dentro del campo de voluntariado juvenil del Gobierno de Navarra “La frontera fortificada”. Los y las estudiantes participantes han sido: Edurne Turrillas Bueno, Raúl Uriarte Mañú, Irune Bueno Delgado, Igor Garzaron Irurzun, Irati Zurbano Zuazu y Noelia Gómez Jurío.  

zoom Estudiantes participantes en el campo de trabajo

Los estudiantes participantes en el campo de trabajo. De izda. a dcha. Irune Bueno, Edurne Turrillas, Irati Zurbano, Noelia Gómez, Igor Garzaron y Raúl Uriarte. 

Para el alumnado de la UPNA, la experiencia ha computado como prácticas extracurriculares del Grado en Historia en virtud de un convenio firmado al efecto entre la Universidad y el Ejecutivo foral. Las prácticas han estado supervisadas por el profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación Fernando Mendiola Gonzalo.  

En palabras del profesor, se trata de una experiencia “orientada a conocer sobre el terreno la magnitud de estas obras de fortificación y sus restos arqueológicos, así como a valorar la importancia de las estrategias de puesta a disposición de la sociedad de este tipo de patrimonio”. Así pues, estas prácticas “han posibilitado al alumnado tanto profundizar en contenidos relativos a la historia contemporánea como familiarizarse con las tareas de salvaguarda y mediación del patrimonio cultural”, señala Fernando Mendiola. 

Trabajo de los estudiantes en el campo de Bera 

Tal y como explican los responsables del proyecto, estos búnkeres, construidos desde fines de la década de 1930 y a lo largo de los años 40 y 50 “representan el intento de la dictadura franquista por cerrar y fortificar la frontera franco- española mediante la construcción de miles de estructuras militares (más de 10.000) a lo largo de todo el Pirineo”. 

Las personas participantes, de edades comprendidas entre los 18 y 25 años, han trabajado en la limpieza, recuperación y documentación de una de estas fortalezas, conformada por una galería excavada en la montaña que permitía tener un puesto de observación fortificado con una panorámica de 360º desde el pico de Peña Rata.