Salta al contenido principal

La Universidad Pública de Navarra (UPNA) lidera un proyecto transfronterizo franco-español financiado por la Unión Europea denominado “Vites Qualitas”, cuyo objetivo es el aumentar la longevidad y rentabilidad de los viñedos a través del estudio de la poda y de los distintos tipos de injertos de vid europea en la vid americana, una técnica empleada desde principios del siglo XIX para combatir la plaga del insecto filoxera.

La iniciativa, en la que participan otras cinco instituciones públicas y privadas de ambos lados de los Pirineos, está dotada con un presupuesto de 1,4 millones de euros, cofinanciados al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), a través del programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020), y su duración prevista se eleva a 30 meses. El objetivo de POCTEFA es el de reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible. 

zoom Foto de grupo

Foto de grupo del proyecto europeo “Vites Qualitas” en su reunión de lanzamiento, que tuvo lugar los días 14 y 15 de enero en la UPNA

En el proyecto liderado por la UPNA participan también las empresas VITIS Navarra y BlueAgro, así como el Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino del Centro Superior de Investigaciones Científicas (ICVV CSIC). Por la parte francesa, toman parte ISVV INRA (centro de referencia en viticultura del país galo) y la Cámara de Agricultura de Pirineos Atlánticos. 

Injerto para combatir la filoxera

La filoxera es un insecto que ataca a la vid y que fue introducido en Europa desde América en el siglo XIX con la popularización de los viajes entre ambos continentes en barcos de vapor y que a punto estuvo de acabar con el viñedo europeo. Para combatirla, a finales del siglo XIX y comienzos del XX y puesto que la vid americana era resistente al parásito, se llegó a la solución de injertar la planta europea sobre la vid americana, quedando la primera como la parte aérea y la segunda, como parte terrestre.

Tal y como explica Gonzaga Santesteban García, profesor de Agronomía, Biotecnología y Alimentación de la UPNA e impulsor del proyecto, en los últimos 40 años, con la industrialización y la búsqueda del abaratamiento de costes en todos los sectores debido al cambio de modelo productivo, se está observando que las plantas no duran tanto como lo hacían antes (a los 20 años aproximadamente frecuentemente muestran síntomas de envejecimiento, cuando antes lo hacían hacia los 80). “Es cierto que existen hongos que atacan a la madera, pero lo hacen ya en plantas debilitadas por una forma deficiente de podar y una mejorable de injertar”, puntualiza. 

Por todo ello el proyecto trata, en definitiva, de identificar buenas prácticas y metodologías de injertado y poda, estudiando de qué manera afecta a la longevidad y productividad de la planta el realizar una poda respetuosa con su flujo de savia o el hacer injertos en los que se preste más atención al punto de conexión.

Logotipo Interreg