Pocas personas pueden presumir de haber encontrado un trabajo nada más terminar la carrera, pero Marta Garde Quiñones es una de ellas. Entró en la empresa Tecnoconfort de Pamplona como becaria y, tras finalizar sus prácticas, fue contratada. A este golpe de suerte le sucedió otro igualmente inesperado pero no menos interesante: la oportunidad de trabajar temporalmente en el extranjero. Durante tres meses ha estado viviendo en la ciudad checa de Pilsen, empapándose de sus costumbres y enriqueciendo su experiencia laboral. “Mi empresa pertenece al grupo Faurecia y se encarga de la producción de asientos para Volkswagen Navarra. La planta que el grupo tiene cerca de la ciudad de Pilsen necesitaba apoyo en el departamento de Logística y me propusieron trasladarme. Allí hacen los asientos para BMW”.
Sí, no me puedo quejar. Acabé la carrera de Ingeniería Industrial hace año y medio y, antes de terminarla, empecé de becaria en departamento de Logística de Tecnoconfort. También hice el proyecto de fin de carrera en la propia empresa. Aproveché que a nuestro grupo de trabajo le encargaron un proyecto para mejorar la eficiencia en los procesos productivos del departamento para presentarlo como proyecto fin de carrera. Cuando concluí las prácticas, me contrataron. Luego surgió la colaboración con la planta de Pilsen…
No, había estado en Manchester un verano haciendo prácticas con el programa Erasmus y, aunque no estuve mucho tiempo, me ha servido para afrontar con más tranquilidad mi estancia en Pilsen. Gracias a esa experiencia, no me ha costado tanto incorporarme a una empresa nueva, con otros compañeros, y trabajar en otro idioma.
Al principio estaba un poco preocupada por el cambio, pero enseguida te acostumbras a tu nuevo destino y conoces gente. A nivel laboral estoy aprendiendo mucho, te relacionas con otras personas que trabajan de manera diferente y te enseñan nuevas metodologías. Estoy segura de que mucho de lo aprendido en Pilsen me servirá para mi futuro profesional. A nivel personal estoy encantada. Vivir en otro país te permite conocer una cultura diferente y, aunque aparentemente la cultura checa es parecida a la nuestra, siempre hay aspectos que te sorprenden.
La verdad es que he tenido suerte porque los trabajadores de la planta de Pilsen son muy sociables y hacen muchos planes juntos, por lo que siempre te puedes unir. En mi grupo hay gente checa y de otras nacionalidades, pero no hay españoles. De todas formas, lo agradezco porque así siempre tengo que hablar en inglés.
Me sorprendieron bastante porque son muy abiertos. Siempre quieren conocer las costumbres y la vida de la gente de fuera.
Suelo quedar con mis compañeros de trabajo para ir a cenar, a tomar algo, de fiesta o para hacer turismo y conocer pueblos nuevos. En noviembre se instalaron mercadillos de Navidad y se organizaron varios conciertos. Como mis amigos son de aquí, siempre te llevan a hacer cosas típicas de la ciudad. También suelo ir a menudo a Pamplona, así que compagino ambos planes.
Mi caso ha sido diferente porque ha sido una estancia temporal, pero creo que no es tan sencillo encontrar trabajo en Europa y, además, puede resultar un poco duro.
Volver a Pamplona en Navidad y continuar mi carrera profesional en Pamplona, aunque tampoco cierro puertas…