Arrosadia
digitalOctubre 2011 Urria, Número 4 Zenbakia

Protagonistas

Miguel Rodríguez Garayar, un ingeniero agrónomo de la UPNA director gerente del Instituto Navarro de la Juventud
Miguel Rodríguez Garayar

"Hay que trabajar para que los jóvenes nos conozcan y se acerquen hasta aquí"

Terminó sus estudios de Ingeniero Agrónomo en la Universidad Pública de Navarra hace ahora un año. Su paso por la universidad no se limitó a estudiar. Formó parte de los dos primeros Consejos de Estudiantes y lideró con éxito varias ligas de debate universitario. Cree que el desarrollo de estas habilidades "ha influido muy positivamente" para el puesto de responsabilidad que acaba de estrenar. Desde el pasado mes de agosto, Miguel Rodríguez Garayar, donostiarra de 25 años de edad, pero residente en Pamplona desde que vino a estudiar a la UPNA, es el director gerente del Instituto Navarro de la Juventud -dependiente del Departamento de Política Social, Igualdad, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra-, un organismo que vela por dar oportunidades a los 100.000 jóvenes que viven en suelo foral.

Has pasado de trabajar por los jóvenes de la UPNA a hacerlo por los de toda Navarra, lo que supone un salto, tanto cuantitativo como cualitativo, importante…
En Navarra uno de cada cinco jóvenes actualmente es universitario. Ahora trabajo por toda la juventud navarra, ese sector de la población que tiene entre 14 y 30 años de edad, según marca la legislación. Hablamos de personas que requieren de la atención de sus gobiernos para poder alcanzar los objetivos que necesitan para su desarrollo. Y no nos referimos sólo a ayudas económicas, sino también formativas, sociales, de empleo, sanitarias, sexualidad, familia, ocio…

¿Hablamos de un concepto cronológico o un estatus social?
La cuestión de la edad tiene una visión ambigua. Antes se hablaba de jóvenes hasta alcanzados los 26 años. Ahora se ha ampliado hasta los 30, quizás porque en la coyuntura actual se entiende que los apoyos que este sector de la población requiere abarcar edades más altas. El Instituto Navarro de la Juventud apoya a todos esos jóvenes que lo necesitan.

¿Es el joven un ciudadano desasistido?
Lo que hay que evitar es que así sea. A los 14 años, el joven está todavía dentro de la enseñanza obligatoria y tutorizado por sus progenitores. A los 16, en la mayoría de los casos, ya ha terminado la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y es cuando ya puede empezar a decidir por sí mismo. Empieza a saber lo qué quiere, si quiere ir o no a la universidad, si prefiere empezar a trabajar o buscar otras salidas formativas. La sociedad y su entorno tienen que ayudarle, ofrecerle facilidades, distintos itinerarios, en definitiva, acompañarle en el camino para formarse como adulto. Estamos hablando de un colectivo muy sensible con proyectos pendientes, pero que carece de los recursos necesarios para culminarlos con éxito. Por eso los gobiernos han ido viendo la necesidad de establecer políticas más profundas para atenderles.

Pero hay muchos adultos en situaciones también difíciles, por ejemplo, de trabajo…
La diferencia en el caso de los jóvenes es que carecen de experiencia en muchas materias para afrontar su futuro. Un parado adulto no tiene trabajo pero tiene ya una experiencia de vida y recibe otro tipo de ayudas. Hay que poner los recursos a disposición de la persona joven y enseñarle a manejarlos. Puede saber qué quiere, pero necesita apoyo para conseguirlo y ahí interviene la Administración, estudiando su situación y dotándole de todos los recursos posibles.

¿Qué diferencias estás encontrando entre trabajar por los jóvenes universitarios de la UPNA a hacerlo por toda la juventud navarra en general?
La UPNA es un colectivo importante de jóvenes pero que, obviamente, no representa a la totalidad de Navarra. Yo diría que el perfil mayoritario entre los navarros es el del universitario. Uno de cada cinco lo son en la actualidad y además habría que añadir los que ya han pasado por ella. Se trata del perfil más formado en todos los aspectos, pero también necesitan apoyos, por ejemplo, en temas de empleo, ocio, formación complementaria… El resto de los jóvenes diríamos que son más precoces. Muchos provienen de la FP u optan por buscar un empleo tras sus estudios secundarios.

Los jóvenes que optan por la Formación Profesional están en claro auge.
Sin duda. Y eso que, en comparación con el resto de Europa, seguimos lejos. En Europa por cada universitario hay tres estudiantes de FP. En España, sólo uno. Tenemos más universitarios que la media, pero peor empleabilidad. Quizás se haya potenciado en exceso la universidad sin tener en cuenta que hay otros caminos formativos muy interesantes y también muy prácticos.

Terminaste Ingeniería Agronómica hace un año y has ejercido como tal unos pocos meses.
Sí. En septiembre del año pasado, nada más terminar el proyecto de fin de carrera y titularme, me puse a buscar trabajo a través de la Fundación Universidad Sociedad de la UPNA, entre otros canales. Me costó tres meses, hasta que encontré trabajo estable en una consultoría medioambiental en la firma Garrigues, en Madrid. Llevaba ya seis meses en la empresa cuando recibí una llamada telefónica de la nueva consejera de Política Social, Igualdad, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra, Elena Torres, ofreciéndome formar parte de su equipo al frente de la dirección del Instituto Navarro de la Juventud.

Quien no te conozca podría preguntarse qué había en tu perfil académico y profesional para que pensaran en ti…
Al final todo cuenta. El perfil académico es fundamental para que se fijen en uno, además de las habilidades que son las que realmente completan un buen currículum. En esa línea, mi participación en diferentes actividades universitarias como el debate, el asociacionismo o la representación estudiantil han sido para mí un complemento que me ha abierto más puertas de las que pudiera imaginarme.

Quienes te conocimos en esa faceta, vimos tus buenas dotes de comunicador, tus grandes habilidades en la defensa de argumentos y en la gestión y coordinación de equipos.
Todo lo que aprendí en los grupos de debate no está, evidentemente, en el temario de la ingeniería agronómica, pero yo siempre lo consideré también parte de mi formación. Para mí lo primero eran los estudios en la universidad, pero nunca me gustó limitarme a eso. Digamos que tenía otro tipo de inquietudes que llevé adelante. Creo que a la universidad se va a estudiar una carrera, pero no sólo a eso. Hay todo un mundo de posibilidades que, si te interesan, las puedes explotar. Y a mí me gustaba la representación estudiantil, por lo que estuve en los dos primeros equipos del Consejo de Estudiantes. Me interesaban también las actividades culturales, y la Liga de Debate, una de ellas, fue una de mis favoritas. Aprendí mucho con aquella experiencia.

No te habría sorprendido entonces esa llamada telefónica.
Estas cosas siempre sorprenden. No todos los días te llaman para ofrecerte un proyecto tan interesante de semejante responsabilidad. Demostrar que tengo capacidad es mi trabajo diario y también aprender yo con él. Hay quien ha dicho que no tengo experiencia, pero ni me faltan aptitudes ni me falta ilusión. Yo creo que el hecho de que sea una persona joven quien ocupe este puesto le da cercanía y eso también es importante. Pero es verdad, he pasado de ser el último de la fila, un simple becario en Madrid, a ocupar un cargo de primer rango y todo esto lo asumo con responsabilidad y mucha humildad.

Aunque sólo llevas dos meses escasos en este cargo, ¿qué balance harías en este momento?
Yo diría que esta siendo una experiencia intensa, emocionante, bonita, divertida, ilusionante e incluso a veces un poco estresante. Creo que soy ese perfil de una persona inquieta que no se ha limitado a estudiar una carrera, que ha trabajado en proyectos muy diversos y que ahora se enfrenta incluso a proyectos con un perfil técnico que desarrollé en la carrera y que me están ayudando a sacar otros adelante.

Naciste en San Sebastián y vives en Pamplona, a donde llegaste para estudiar en la UPNA…
Salir de casa con 18 años y vivir por tu cuenta, como me pasó a mí cuando me trasladé a Pamplona, te ayuda a madurar antes porque te obliga a ser más resolutivo fuera de casa. Primero viví en un colegio mayor y después me trasladé a un piso de estudiantes, lo que me ha permitido conocer a gente muy diferente, no sólo de la UPNA. Emanciparse pronto del hogar familiar es una buena baza para "crecer" y aprender a manejarte con otros recursos.

¿Conocías antes de llegar el Instituto Navarro de la Juventud?
Estuve en la inauguración de esta sede en el verano de 2009, en calidad de invitado como vicepresidente que era entonces del Consejo de Estudiantes de la UPNA. Me llamó la atención la estética de estas instalaciones, tan modernas, prácticas y accesibles, llenas de ordenadores, tan apropiadas para atraer a la gente joven hasta ellas.

Unas instalaciones llenas de color, metacrilato y luces de neón, dentro de una estética muy juvenil y atendidas también por gente joven… ¿De qué te gustaría dotar además a estas instalaciones?
De jóvenes que las utilicen, que vengan aquí, que nos pregunten, que se informen, que conozcan nuestros programas, que les sean útiles, que usen los ordenadores y las pizarras digitales, que consulten todo nuestro material… Creo que todavía les falta uso, que hay que trabajar para que los jóvenes nos conozcan y se acerquen hasta aquí. Ahora estamos también trabajando por mejorar nuestra web y acabamos de saltar a las redes sociales (Facebook, Tuenti y Twitter), un paso que ya era más que obligado. Quiero que el Instituto de la Juventud sea un referente para todos ellos.

¿Te ves con americana y corbata representando a los jóvenes?
Eso ya depende del momento. Esta misma mañana tocaba comparecencia parlamentaria junto con la consejera y me he puesto la corbata. Pero, ya ves, ahora estoy en la oficina con vaqueros. Si no sabes estar cerca de la gente joven, incluso con la indumentaria, es difícil poder conectar con ellos.

En tu currículum se recoge que hablas cuatro idiomas…
Además del castellano, hablo euskera, inglés y francés. Y aquí estoy, dispuesto a hablar con todos los jóvenes que se acerquen hasta nuestra sede. Tengo mi cuenta en Twitter, también a su disposición: @miguel3105

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