Egresados/as por el mundo
Santiago Azcona Burgos, ingeniero industrial,
“Las barreras del gobierno para entrar con visado de trabajo hacen que sea muy difícil trabajar en China”
Trabaja como ingeniero de fabricación en Exposición y Conservación de Alimentos S. A., una empresa navarra con fábricas en China, Chile, México y Francia.
Santiago Azcona es una de las pocas personas que puede presumir de haber iniciado su carrera profesional en el gigante asiático. En 2011 terminó Ingeniería Industrial por la UPNA y gracias al programa Becas Navarra pudo conseguir un billete para trabajar en China. “Quería ir a China porque es un país que siempre me ha llamado la atención. A través del programa Becas Navarra tenía la posibilidad de viajar a distintos países y no lo dudé. Además, también era muy interesante lo que me ofrecía la empresa”. Exposición y Conservación de Alimentos S. A., una empresa navarra con varias fábricas por el mundo, confió en Santiago para la puesta a punto de su fábrica en aquel país durante siete meses.
¿Qué trabajo realizaste en China?
Me encargué de diseñar el plano (lay-out) y los procesos productivos de la nueva fábrica a la que nos trasladamos. Además, coordinaba la transferencia de tecnología desde España. La empresa está realizando una reingeniería del proceso productivo, transformando los métodos, mejorando los tiempos y renovando los sistemas logísticos.
¿Cómo fue tu experiencia en el país asiático?
Muy positiva. A nivel laboral he aprendido mucho y me ha dado la oportunidad de demostrar a mi empresa que puedo aportar valor. A nivel personal, es una experiencia única, difícil en ocasiones por la distancia y por la diferencia cultural, pero muy enriquecedora.
¿Es muy diferente la forma de trabajar?, ¿cómo era tu jornada laboral?
La jornada laboral es de ocho horas, igual que en España. Yo tenía más libertad de horarios, por lo que unos días estaba más horas y otros días menos, pero al final es muy parecido a lo que podemos encontrar aquí. Otro tema es el idioma. Muy pocas personas hablan inglés en China y el mandarín es muy complicado, por la pronunciación y por la cantidad de dialectos locales que tiene.
¿Es fácil adaptarse a una cultura tan diferente como la asiática?
No es fácil. La comida se echa mucho de menos. En China nunca te dirán que no te han entendido porque lo consideran una insinuación de que te has explicado mal. Esto provoca muchos malentendidos. Por otro lado, la limpieza también se echa en falta.
Y los fines de semana, ¿qué planes hacías?
Vivía en una ciudad pequeña con pocos extranjeros y actividades de ocio. Los fines de semana iba a Shangai y quedaba con españoles. Además, en agosto pude hacer algún viaje a ciudades cercanas como Suzhou o Hangzhou, y a algunas más alejadas como Beijing o Xian.
¿Decidiste regresar a Pamplona porque se terminó tu trabajo o porque querías volver?
Quería volver y la empresa me ofrecía un trabajo en Pamplona. Ahora trabajo aquí y cada dos meses viajo a China. Creo que esta combinación es muy buena y espero que continúe.
Tal y como están las cosas en España, ¿es fácil encontrar un trabajo en China?, ¿animarías a otros estudiantes a que se fueran al extranjero?
Cada vez es más difícil. Sigue siendo más fácil que aquí, sobre todo, si consigues conocer gente a través de unas prácticas o de un programa similar. Sin embargo, cada vez están entrando más extranjeros en el país y eso limita las posibilidades. Las barreras del gobierno para entrar con visado de trabajo hacen que sea casi imposible.