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Egresados por el mundo

José Miguel Zalba Arana, un licenciado en ADE y Derecho (2009) trabajando en Dublín para el gigante GoogleImagen de un estudiante cogiendo apuntes

José Miguel (Josemi) Zalba Arana tiene 26 años. Nació en Zaragoza pero ha vivido siempre en Pamplona. Es Licenciado en la doble titulación de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Derecho (2009) por la Universidad Pública de Navarra. Desde que terminara sus estudios, su trayectoria profesional y experiencia vital no han podido ser más afortunadas. Sus prácticas de fin de carrera le llevaron, hace ahora dos años, hasta Los Ángeles (California), ciudad en la que desarrolló un interesante proyecto turístico que compaginó con un máster sobre Administración de Proyectos. Tras una breve estancia en Pamplona, su "sueño americano" reside hoy en Dublín (Irlanda), donde trabaja en plantilla para el gigante de Internet, Google. Su recorrido, sus méritos y sus ganas de seguir "creciendo" quedan patentes en esta interesante entrevista.

Tu experiencia comienza en Los Ángeles (California), a donde acudes para realizar las prácticas internacionales que pondrían punto y final a tu doble licenciatura…
Sí. A Los Ángeles me marché en 2009 y estuve allí un año y medio. Al principio fui para realizar las prácticas internacionales que correspondían con la carrera que había estudiado en la UPNA, pero me terminé quedando todo ese tiempo para terminar los estudios que comencé allí. Os cuento. Estuve trabajando en el Departamento de Marketing de la Oficina Española de Turismo promocionando España como destino turístico en el mercado americano. La experiencia fue muy positiva y tuve la oportunidad de participar en actividades promocionales con Los Ángeles Lakers, por ejemplo.

Pero al ser una Oficina Española en el extranjero estaba continuamente hablando español y mi objetivo de marcharme al extranjero para mejorar el inglés no se estaba cumpliendo. Por ello, decidí matricularme en un master sobre Administración de Proyectos en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). Iba a trabajar por las mañanas y a clase por las tardes. Fue un poco complicado de compaginar todo, pero mereció mucho la pena. La experiencia de estudiar en una universidad americana fue muy buena. Aprendí muchísimo con ese estilo tan peculiar de dar clase, conocí a muchísima gente de todas partes del mundo e indirectamente mejoré mucho el nivel de inglés.

De la experiencia de California guardo un recuerdo imborrable. Los Ángeles es una ciudad salvaje, pero muy especial. Si te gusta la música y el cine es la ciudad perfecta porque las oportunidades para disfrutar son enormes. Todo el mundo está relacionado con la industria del cine, y reconoces los lugares de muchas películas que antes veías lejanas. Vivía con un chico de Ohio que llevaba nueve años persiguiendo el sueño de triunfar como actor. Ha hecho pequeños papeles en series como "Cómo conocí a vuestra madre" o "CSI". Cuando le veo en alguna de estas series me hace mucha ilusión.

De Los Ángeles a Pamplona y ahora en Dublín…
Regresé de Los Ángeles a Pamplona a finales del 2010 para retomar mi vida en mi ciudad. Estuve buscando trabajo en España pero no hubo suerte. Estaba ya bastante desanimado y fue entonces cuando surgió la oportunidad de trabajar para Google en Dublín y no tuve ninguna duda. Hice las maletas otra vez y me vine a la capital irlandesa a perseguir la oportunidad que la vida me había dado. La experiencia de Google está siendo inigualable.

Como sabéis, en Dublín se encuentran las oficinas centrales de Google para todos los países de Europa, Oriente Medio y África, con cerca de 2.500 empleados. Además de ser cada uno de un país diferente, casi nadie de los que trabajan aquí supera los 30 años, con lo cual es un ambiente muy joven y tremendamente internacional.

La empresa es estupenda y el ambiente de trabajo, muy bueno. Las posibilidades de aprendizaje y de carrera a nivel profesional son enormes. Se trabaja en equipos internacionales multidisciplinares, donde cada uno tiene un pasado diferente y aporta su manera de hacer y pensar. Es tremendamente gratificante el trabajar con gente tan distinta pero a la vez tan parecida. Se aprende muchísimo. A nivel de beneficios las posibilidades son muy buenas también.

¿Cómo es el gigante de Internet por dentro, su filosofía de trabajo de la que tanto se habla?
Google hace todo lo posible porque puedas tener todo aquello que necesitas con el objetivo de que tú te centres en aquello que sabes hacer y que te gusta. En las oficinas tenemos restaurantes donde, si uno quiere, puede desayunar, comer y cenar. Tenemos gimnasio con preparadores físicos, salas de masajistas, peluqueros, salas de juegos con billares, futbolines, ping pong, un supermercado, etc. Es un ambiente muy especial, una mentalidad diferente. Es ver la vida pensando qué necesita mi empleado para ser feliz y para que de esa manera haga su trabajo de la mejor manera posible. Es otra manera de pensar, otra manera de liderar.

¿Y en qué consiste exactamente tu trabajo en Google?
Mi puesto de trabajo se llama Advertising Operations Associate y consiste en gestionar las cuentas de nuestros clientes españoles y optimizar sus campañas de marketing por Internet. Estoy muy contento y estoy aprendiendo muchísimo. Pero lo que más me está gustando de la experiencia es la cantidad de gente que estoy conociendo. He podido contactar con gente de todas partes del mundo desde que estoy aquí. Personas con un talento increíble y con historias tremendas a sus espaldas. Una de las chicas que empezó conmigo en Google había estado enseñando inglés a monjes en Laos, y otro chico había ganado el premio National Geographic. Son sólo dos ejemplos de todo lo que te puedes encontrar por aquí…

¿Cómo resultó el primer contacto con Dublín y con tu nueva empresa?
El primer día que entré en la empresa tenía un seminario con todas las personas que entrábamos nuevas esa quincena. Ese primer día conocí a un chico alemán. Conectamos desde el principio y decidimos alquilar juntos un apartamento. Vivimos en la zona del canal grande de Dublín, muy cerca de las Oficinas de Google. Al principio cuesta hacerse al acento irlandés pero poco a poco me he ido sintiendo más cómodo. Eso sí, muchos de mis compañeros en Google hablan cuatro o cinco idiomas. No me canso de seguir conociendo a muchísima gente. Cada día compartes actividades o momentos con alguien nuevo. Casi todo el mundo es muy cercano y fácil de relacionarse con ellos. Hablando y compartiendo momentos con gente de países tan diferentes se aprende y se crece muchísimo como persona.

¿Cómo ves tu futuro en este momento?
No lo sé a ciencia cierta ahora mismo porque nunca se sabe por dónde te puede llevar la vida. Hace unos meses pensaba que mi siguiente paso iba a estar en Madrid o en Pamplona trabajando en un sector tradicional. Y ahora mismo me encuentro en Dublín trabajando en una empresa de Internet. Sí que es cierto que Dublín, en principio, me lo tomo como una etapa más en el camino, una etapa en la que intentar aprender y disfrutar al máximo. A medio plazo me gustaría terminar mis estudios en Norteamérica y, a largo plazo, me encantaría cumplir el sueño que tengo desde pequeño, que es el de tener mi propia empresa.

Ha llovido ya bastante… ¿Qué recuerdos tienes de la UPNA, donde, por cierto, tu madre, Ana Arana Navarro, es profesora?
Pues, muy buenos. Ha sido mi universidad durante nada menos que seis años y allí he vivido muchos momentos especiales que ahora llevo conmigo. La mayoría de mis mejores amigos los hice durante aquellos años, y cada vez que vuelvo al campus todo tiene un sabor especial. Guardo muy buen recuerdo de muchos profesores, pero especialmente de Jorge Nieto, José Luis Iriarte y de Emilio Huerta, porque me ayudaron a darme cuenta de cuál era el camino que quería seguir.

De las clases me queda un recuerdo agridulce. Creo que la forma de dar clase en España es muy teórica, en donde un profesor se sube a la tarima y el alumno coge apuntes. Se debería estimular al alumno para aprender de una manera diferente a la que yo viví. En mi opinión, el alumno aprende mucho más resolviendo problemas y situaciones de la vida real. En este sentido, cuando estuve estudiando en Los Ángeles el formato era totalmente diferente. Teníamos una serie de lecturas y de casos prácticos para preparar la clase. Los alumnos llegábamos al aula y el profesor se limitaba a dirigir la discusión o el debate, y a corregir aquello que estaba incorrecto. En realidad, mediante esas discusiones nos estábamos enseñando unos a otros con nuestra manera de pensar y nuestra manera de ver la misma situación.

Resulta admirable y prometedora tu trayectoria…
Bueno, tal vez. Lo que si que me gustaría es animar a todo el mundo a salir fuera de las situaciones de comodidad y a viajar al extranjero porque de verdad es muy formativo. Se aprenden nuevas formas de hacer y de pensar, se aprende a respetar y a entender, y uno poco a poco va creciendo como persona.

José Miguel Zalba nos ha contado su experiencia gracias al intercambio de varios correos electrónicos que despide siempre de la misma forma: "Mensaje enviado desde Gmail, que es mil veces mejor que Hotmail!". Suerte en tu trayectoria, Josemi, y ya nos irás contando…

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