cabecera noviembre 2012

Egresados/as por el mundo

Berta Álvarez Ciordia, una letrada en la sede de la Unión Europea en Bruselas

Berta Álvarez Ciordia, en una conferencia en el Parlamento Europeo.

Estudió Derecho en la Universidad Pública de Navarra (1998-2002) y, desde hace varios años, trabaja para el Consejo General de la Abogacía Española, tras haber disfrutado de una beca en el Consejo de la Abogacía Europea, con sede en Bruselas. Berta Álvarez Ciordia reside en la capital belga, lugar donde se 'cuecen' los asuntos europeos de primera línea. No ha sido algo al azar. Ella misma destaca que "la idea de trabajar en Europa siempre me ha gustado y por eso me aferré a ella".

Tras terminar la carrera, esta pamplonesa de 32 años de edad cursó un Diploma Universitario en la Facultad de Derecho de Aix-en-Provence (Francia) sobre la Historia de las Ideas Políticas, dentro del programa de Doctorado, que completó con el Diploma de Estudios Avanzados (DEA) sobre Protección Jurídica del Medio Ambiente realizado en la UPNA.

Pero su formación de posgrado no termina aquí, porque en 2007 realizó un curso de Experto en Derecho Comunitario en Pamplona, a través de la Escuela de Práctica Jurídica Estanislao Aranzadi de la UPNA, al que siguió otro de Experto en Contratos Públicos de la Comunidad Foral de Navarra, poco antes de obtener el Certificado de Práctica Jurídica que otorga el Consejo General de la Abogacía y que en la actualidad es obligatorio para poder desempeñar su profesión.

Sus primeros pasos laborales, compaginados con estudios de posgrado, los realizó en el Servicio de Consumo y en el Servicio de Participación en la Construcción Europea, ambos del Gobierno de Navarra, gracias también a su alto dominio del inglés y francés, tanto hablado como escrito, lo que le permitiría poco después dar el salto a la oficina de la Delegación del Gobierno de Navarra en Bruselas, su primera incursión en la Unión Europea.

Derecho medioambiental, administrativo general, foral, comunitario… unos estudios de posgrado complementarios y muy variados…
Empecé estudios de doctorado en Historia del Derecho, realizando una estadía en Francia. Después se presentó la oportunidad de empezar a trabajar en el Gobierno de Navarra y opté por una formación más práctica de cara al futuro, como fue la Escuela de Práctica Jurídica de la UPNA. Las dos experiencias me abrieron puertas, primero a la Abogacía Europea, al dominar inglés y francés, y luego a la Abogacía Española, por la formación en Derecho para el acceso a la profesión y el examen de capacitación profesional, aunque cuando lo hice no era obligatorio, como ocurre ahora.

¿Qué te animó a estudiar Derecho?
La elección de la carrera fue un cúmulo de circunstancias, la mayor parte prácticas. Había escogido la opción de letras puras para BUP y COU, y la carrera de Derecho era la que más oportunidades profesionales podía proporcionarme en aquel momento, pues no tenía claro si al acabar querría opositar a la Administración, dedicarme al ejercicio profesional o utilizar la carrera como punto de partida de una formación específica posterior. Además, siempre me había atraído mucho la Unión Europea y la historia en general, y en la carrera de Derecho podía aunar ambas cosas.

Dominas inglés y francés. ¿Sin idiomas no hay futuro?
Efectivamente, creo que hablando idiomas se puede aspirar a otro tipo de oportunidades. Me parecen necesarios no solo en el ámbito profesional, sino también a la hora de saber desenvolverse en el extranjero, ya sea de viaje o en la vida diaria.

Empezaste trabajando en el Gobierno de Navarra, para saltar después a su oficina en Bruselas…
Las becas en la oficina de Bruselas de Gobierno de Navarra me parecieron una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. En ese momento estaba en el Servicio de Consumo, pero no dudé en presentarme a las pruebas. La idea de trabajar en "Europa" siempre me había gustado y me aferré a ella. Como toma de contacto, esa primera experiencia en Bruselas fue muy buena. Llegas a conocer el funcionamiento interno de las instituciones europeas, a desenvolverte entre reuniones, seminarios y eventos, colaboras con las otras oficinas autonómicas… Fue un punto de partida estupendo para lo que vino después.

Después de una corta estancia en Pamplona asesorando a los consumidores navarros...
Tras la primera etapa en Bruselas regresé a Pamplona a terminar el segundo año en la Escuela de Práctica Jurídica de la UPNA. Al ser por las tardes, cubrí durante unos meses una baja en el Servicio de Consumo del Gobierno de Navarra a través de una subcontrata con TRACASA.

Posteriormente, un año dando clases de inglés... ¿fue una opción elegida o impuesta?
La razón fue la misma. Me encontraba terminando estos estudios en la UPNA, por lo que decidí aprovechar mi experiencia y dar clases de inglés, como complemento extra.

Y es entonces cuando vuelves a Bruselas para trabajar en el CGAE y hasta hoy…
Volví a Bruselas con una beca para el Consejo de la Abogacía Europea (CCBE). Se trata de la institución que representa a los abogados de los 27 Estados miembros de la UE, entre ellos, España, representado por el CGAE. Antes de concluir mi estancia ahí se presentó la oportunidad de comenzar a trabajar para la Delegación en Bruselas de la Abogacía Española y ya han pasado cinco años.

¿Cinco años desempeñando qué funciones?
Nos encargamos de representar los intereses de la abogacía y de los abogados españoles ante las instituciones europeas y el resto de abogacías. Es un trabajo de doble vía, ya que respondemos a las consultas de otros Estados miembros sobre Derecho Español y regulación en España de la profesión de abogado, y hacemos llegar la información europea a los abogados españoles y a nuestro Consejo. También parte del trabajo consiste en realizar proyectos europeos de interés para la abogacía.

¿Por ejemplo?
En mi caso, estoy a cargo de la parte de asesoría y comunicación de la Delegación. Esto implica la edición de vías de información para dar a conocer a los abogados españoles la actualidad europea y del resto de Abogacías de Europa, bien a través de estudios específicos, pero también de elementos como una newsletter semanal que supera los 25.000 lectores, o la gestión de otras publicaciones y de redes sociales. Al mismo tiempo atiendo los requerimientos de otras abogacías europeas sobre el Derecho español y doy respuesta a las consultas y dudas planteadas por los abogados españoles. La idea es proporcionar un servicio directo y rápido a todos los abogados, que sepan que estamos en primera línea para responder a sus dudas y asesorarles en los procedimientos ante las instituciones europeas y el ejercicio de la abogacía en otros Estados miembros.

¿Cuántas horas de trabajo a la semana?
En torno a cuarenta, aunque puede haber épocas con picos de trabajo más intensos.

Y después del trabajo, ¿qué te depara aquel país?
El ambiente en Bruselas es estupendo. Todo el mundo piensa que es una ciudad gris y aburrida, y aunque a veces cuesta ver el sol, las actividades de ocio y cultura son infinitas. El ambiente internacional también ayuda mucho. No hay que olvidarse de que somos muchos extranjeros trabajando en asuntos europeos, con todo lo que eso conlleva.

¿Qué perfil crees que debe cumplir todo aquel titulado que esté dispuesto a salir al extranjero a trabajar?
No se trata de un perfil concreto. Las razones que nos mueven a unos y a otros varían mucho. En mi caso fue por vocación, pero me consta que ahora hay mucha gente que lo hace por necesidad. Creo que una estancia de estudios en otro país no vendría mal. Las cosas fuera de España funcionan de manera distinta. Siempre es bueno tener una primera toma de contacto durante la etapa de formación para aclarar ideas y ver si "todo aquello del extranjero" encaja con nuestra forma de ser. Además, los idiomas son fundamentales, claro, y si son varios, mejor.

Ahora que ya tienes una importante experiencia profesional, ¿crees que los estudios universitarios han sido claves a la hora de llegar a dónde estás?
Sí, sin duda. Ser licenciada en Derecho y los estudios de Postgrado ha tenido mucho que ver en el desarrollo de mi carrera profesional. Parece que hoy en día no basta ya con una titulación.

¿Te gustaría seguir viviendo fuera de tu país?
De momento creo que seguiré así. Las cosas no están bien del todo por allí, por lo que permanecer en Bruselas parece lo más sensato.

¿Echas de menos Pamplona?
Sí que la echo de menos. Mantengo allí muchas amistades, y además casi toda mi familia está en Pamplona. Suelo ir cada dos meses, aunque en verano paso varias semanas, lo mismo que en Navidad.

¿Cómo percibes que se ve España desde la Unión Europea?
La pregunta del millón. España está atravesando una situación financiera muy complicada, que ha derivado en un montón de ajustes que perjudican a muchos ciudadanos. Creo que la idea que me viene a la cabeza es la de resignación. No existe per se una visión negativa de España, ni por ser españoles se nos mira de manera distinta, aunque todo el mundo entiende que fácil, lo que se dice fácil, no lo tenemos.

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