Flora Pratense y Forrajera Cultivada de la Península Ibérica

Tipo de cultivo: se siembra como cultivo monófito y también en mezclas bífitas con leguminosas.

Implantación y persistencia: siembra otoñal o primaveral. Gran vigor de establecimiento. Dosis de siembra: 155-250 kg/ha. Persistencia anual.

Interés forrajero: presenta características forrajeras intermedias entre el trigo y el centeno, reuniendo ventajas de ambas: al igual que el centeno, presenta un buen crecimiento en otoño-invierno pero su producción primaveral y su capacidad de rebrote son mayores. Su apetecibilidad y su valor nutritivo son elevados, similares a los de la avena y superiores a los de la cebada. Presenta altos contenidos proteicos y de lisina.

Formas de aprovechamiento: en las variedades más tempranas, dado su precoz crecimiento y su buena capacidad de rebrote posibilita pastoreos tempranos (hasta dos, en invierno y a inicios de la primavera), y un posterior aprovechamiento para producción de grano. Debido a la dificultad de desgrane de la espiga, se adapta bien al aprovechamiento estival mediante pastoreo de la planta entera seca en pie. También puede segarse para heno o silo.

Variedades: se ha seleccionado intensamente lo que ha dado lugar a una amplia gama de variedades de otoño y de primavera. Los triticales de siembra otoñal son los más adecuados para el aprovechamiento forrajero ya que desarrollan una mayor biomasa que las variedades de primavera. Por otro lado, se aconsejan variedades de bajo porte, para evitar el encamado. Algunas variedades empleadas son: 'Senatrit', 'Cierva', 'Almaraz', 'Galgo', 'Sierra de Gata', 'Tritan'.

Comentarios: una característica importante es su elevada resistencia a plagas y enfermedades.