Un total de dieciséis investigadores e investigadoras de la Universidad Pública de Navarra han recibido los Premios a la Excelencia Docente 2022, con los que se reconoce la labor del profesorado de diferentes áreas y departamentos en el citado año. El acto institucional, presidido por el rector, Ramón Gonzalo se ha celebrado en la Sala Nicolás García de los Salmones, del edificio Los Olivos, en el campus de Arrosadia.

Foto de grupo del profesorado reconocido junto con el rector, Ramón Gonzalo, y la vicerrectora de Profesorado, Inés Olaizola.

La entrega de estos premios, que tuvo lugar el pasado miércoles, contó también con la presencia de la vicerrectora de Profesorado, Inés Olaizola Nogales, y la intervención, en nombre de los galardonados, de Ricardo San Martín Murugarren, profesor de Física Aplicada. En su discurso, se refirió a la práctica de la docencia y a la necesidad de encontrar la manera apropiada de impartirla: “No hay que desdeñar metodologías tradicionales solo porque sean antiguas, ni abrazar incondicionalmente nuevas tecnologías solo porque estén de moda o sean novedosas”. En su opinión, “si algo está demostrando la investigación educativa es que no hay ninguna receta infalible: ningún método educativo es efectivo siempre ni para todos los estudiantes ni para todos los propósitos ni para todos los contextos”.

Indicó también que existen factores organizativos y económicos que pueden condicionar el propio éxito de la docencia; planteó que “muchas veces situamos el dilema en términos de desalojo de contenidos curriculares a favor de la pedagogía, pero ambos componentes son complementarios e imprescindibles”; y concluyó —dirigiéndose al profesorado— que “resulta imposible ayudar a aprender si no se conoce bien el contenido de lo que debe aprenderse”, por lo que animó a todos “a seguir buscando cómo hacerlo bien”.

Ricardo San Martín en un momento de su intervención en representación de los premiados.

Personas reconocidas

La vicerrectora de Profesorado, Inés Olaizola, dio lectura a la resolución de los premios a la Excelencia y se procedió a la entrega de diplomas a las dieciséis personas reconocidas. El premio consiste en una dotación económica de 1000 euros.

Por orden alfabético, ha sido: Roberto Aguado Jiménez (Fisiología), Álvaro Baraibar Echeverría (Historia Moderna), Miguel Ángel Barajas Vélez (Bioquímica y Biología Molecular), Unai Belintxon Martín (Derecho Internacional Privado), Alejandro Federico Bello Pintado (Organización de Empresas), Javier Casalí Sarasibar (Ingeniería Agroforestal), César Elosúa Aguado (Tecnología Electrónica), María González de Audicana Amenábar (Ingeniería Agroforestal), Leticia Jericó Ojer (Derecho Penal), José Javier López Goñi (Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico), Andrea Ollo López (Organización de Empresas), Teodoro Roldán Marrodán (Matemática Aplicada), Ricardo Andrés San Martín Murugarren (Física Aplicada), María Teresa Sanz de Acedo Baquedano (Psicología Evolutiva y de la Educación), Miren Sarasibar Iriarte (Derecho Administrativo) y María Isabel Zudaire Ripa (Didáctica de las Ciencias Experimentales).

El acto concluyó con las palabras del rector, Ramón Gonzalo.

Una imagen del acto de reconocimiento.

Sistema de evaluación

El comité encargado de evaluar las solicitudes presentadas está integrado por un docente universitario, ajeno a la UPNA y designado por el Consejo Social, el vicerrector responsable del área de profesorado, docentes representantes de centros y departamentos, un representante de los estudiantes de la universidad y un docente universitario ajeno a la UPNA designado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

La evaluación del profesorado se solicita de manera voluntaria y contempla tres aspectos: la adecuación (que los contenidos impartidos se alineen con los requerimientos de la universidad, el centro y la titulación, tal y como quedan recogidos en los planes estratégicos y de estudio), la satisfacción (que la actividad obtenga opiniones favorables de los estudiantes y los responsables académicos) y la reflexión del propio docente respecto a su propia actividad y la mejora aplicada en ella (a través de participación en comisiones y reuniones y formación en la propia materia y en estrategias docentes).